07 febrero 2008

Lo que ves es lo que hay


La idea de lo grande por lo grande en sí puede de cierta forma precisarse sin ser necesariamente objetivo.

Un relato plagado de metáforas puede abstraer al lector hasta dar una imagen de un lugar o evento y así -o aún así- cumplir con sus fines, asociados en general a la extracción de alguna emoción, que dependerá fuertemente de la sensibilidad de quien lee.

La promoción de una festividad cualquiera no guarda diferencia con la venta de algo innecesario (si se quita todo ingrediente de formación cultural y/o folclórica de la lista de necesidades básicas), así que es entendible que sea herramienta habitual el uso de relatos cuasi-fantásticos para su difusión.

Pero este uso de metáforas limita un acompañamiento de datos objetivos. Esto es porque en buena medida resultan ser incompatibles, con lo cual el abuso de la mezcla lleva a un relato inestable, con riesgo de ser tomado al autor como exagerado o mentiroso.

Pretendo decir con esto que la objetividad debe mesurarse cuando se incluye en notas de tipo más bien poético, puesto que puede dar por tierra con las intenciones primordiales.
Esto debe ser así también porque resulta complicado incluir las argumentaciones correspondientes en este contexto evitando contradicciones o incoherencias.

¿A qué viene esta reflexión?

Nuevamente viene debido a la promoción de la fiesta máxima local, versión 2008. Insisto nuevamente con este tema cuando determinados protagonistas sienten la reiterada necesidad de explicitar su poder de convocatoria, mezclando la “minuciosidad del número” con los elementos más sanos y representativos de la festividad.

Dejo a continuación el texto, esta vez de parte del boletín oficial(ista), donde la alegría presenciada está bastante bien transmitida hasta el momento en que se pretende incluir sana(ta)mente a los concurrentes (porque entonces no se dan ni los indicios de una demostración).

Cual el uso del “infinito punto rojo” para dar una idea, decir por mirar, no por pensar, suele ser mentir.

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Lincoln de fiesta

El Carnaval reabrió sus puertas

El Carnaval Artesanal en su edición 2008 finalmente abrió sus puertas en la noche del domingo. Con varias amenazas de lluvia, se terminó desarrollando la primera noche de la gran fiesta mayor de los linqueños con un interesante marco de público que no dejó de aplaudir a los coloridos motivos propuestos para esta edición, y con el cierre de lujo a cargo de “la Mona” Jiménez que hizo vibrar a la multitud.

Ni el bombardeo de la lluvia pudo contra la fuerza de la fiesta máxima de los linqueños, el colorido de las carrozas y los cabezudos fue mas imponente que el gris de la tormenta, mientras que el ritmo ofrecido por Madagascar, Samba-samba, Tamandaré, Maimará y Rivadavia hicieron bailar hasta la ultima nube.

Dentro de las tantas cosas que cabe resaltar, hay que dar pulgar arriba a la gran cantidad de gente que se acercó y apoyó, ya que ni siquiera en el peor momento climático decidió abandonar la festividad y quiso seguir empapándose de alegría, engrandeciendo cada vez mas esta tradición que identifica a Lincoln en todo el país.

Y cuando ya el clima se cansó de no poder hacer nada contra las ganas de festejar, llegó el momento del cierre. Todavía se sentían los ecos de aquel 18 de febrero pasado dónde “la Mona” había hecho mover a la ciudad con su ritmo de tunga-tunga, y nuevamente se repetía la historia: el acordeón, típico de “cuarteto Leo”, daba sus primeros acordes y ya las más de 45.000 personas estallaban en gritos.

Ritmo, fiesta, color y alegría son los sinónimos de una fiesta que pese a haber postergado su inicio un día mas, tuvo su gran revancha el domingo y fue aprovechada de la mejor manera.

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Puede verse también el boletín posterior a la segunda semana de carnaval acá.

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A veces vas

perdiendo el compás

a veces vas

brillando junto a los demás

a veces vas

perdiendo el compás

creés encontrar todo

y no encontrás nada

Y dice: es lo que hay

(todo el mundo quiere olvidar)

pero sentís, deliberás

todo el mundo quiere

todo el mundo quiere olvidar

Alguien trató

de hacerte mal

alguien trató

de ocupar tu lugar

pero soy lo que herís

que si es que estás tan loca

pensás que estás muy sola

pero a veces (eh!)

sabés bien quien soy

Lo que ves es lo que hay

Lo que ves es lo que hay

(todo el mundo quiere olvidar)

pero vos sos

lo que tenés

todo el mundo quiere

todo el mundo quiere olvidar

y cuando sientas

que te va mal

mal en el amor

y a veces sientas

que te va mal

mal en el amor

y todo el mundo

diga que estás loca

porque creés en vivir

lo que tenés

es lo que hay

todo el mundo quiere olvidar

Lo que ves es lo que hay

(todo el mundo quiere olvidar)

pero tenés lo que pensás

todo el mundo quiere

todo el mundo quiere olvidar

Lo que ves es lo que hay

(todo el mundo quiere olvidar)

pero tenés

lo que querés

todo el mundo quiere

todo el mundo quiere olvidar.



Lo que ves es lo que hay (todo el mundo quiere olvidar)
El Aguante 1998
Charly García

02 febrero 2008

Música de fondo para cualquier fiesta animada

“Más de treinta mil personas visitaron los corsos el fin de semana”
“Este fue el número arrojado por la Comisión de Carnaval de Lincoln, luego de ser cotejados por los efectivos de seguridad, encargados de llevar adelante esta minuciosa tarea” (sic).


Sin hacer pié en el número en cuestión, que no es un número sino más bien una cota, obviando el arrojo como acción osada o violenta más propia de una apuesta que de un estudio, y pasando por alto si objetos de los cotejos son el número o las personas, pregunto abiertamente: ¿qué minuciosidad existe en una tarea de estimación de asistencia a un evento masivo?


“`Se vio muchísima gente para el domingo y se sintió mucho la llegada de la gente de afuera. Esto se notó mucho en la Comisión de Carnaval ya que fueron muchas personas desde muy temprano para hacer consultas y para preguntar si se realizaba. Se vio mucha llegada de autos y eso favoreció a pesar de las gotas que cayeron después’, indicó el Secretario de Producción del distrito de Lincoln, Darío Rodríguez al ser consultado por La Posta.”


La declaración es contundente, aunque prefiero resumir extrayendo argumentos: “muchísima gente” vista, sintiendo “mucho la llegada de la gente de afuera”, notando mucho las “muchas personas desde muy temprano” y ver “mucha llegada de autos” es una herramienta de medición infalible que asegura más de treinta mil asistentes a una fiesta, o bien, una frase con poco vuelo donde el uso de los sinónimos de la palabra “mucho” es un asunto pendiente.


En otra página del mismo medio se informaba que “el municipio de Lincoln recibió ayer por parte del Gobierno Nacional una ayuda de 300 mil pesos que serán destinados a mejorar la calidad de los Carnavales Artesanales 2008, según lo aseguró el intendente Jorge Fernández”.


Cabe entonces suponer que las obras en marcha se terminarán acorde con lo estipulado.


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Están buscando al responsable para que hable
No saben de qué declararlo culpable

Así era, igual se festejaba el día de la primavera,
y el 25 de Mayo ir a ver los granaderos a caballo
en la primera fila
en la primera fila

Y voy a pedir cincuenta mil millones para una autopista
dentro de veinte años va a estar medianamente lista.

Mi autopista, preferida.
Qué vida, violenta
de fucking setenta.

Mundial, la gesta deportiva sin igual
Mundial, la gesta deportiva sin igual
Mundial.

Mi autopista
El Salmón (2000)
Andrés Calamaro