01 abril 2007

Agua de la miseria

Antes de comenzar a escribir, y por más contradictorio que resulte, informo que el siguiente texto puede ser corroborado con material existente en la red, conforme a los hipervínculos que a lo largo del mismo podrán encontrarse.

Como en el Quijote: “Érase una vez que se era, el bien que viniere para todos sea, y el mal para quien lo fuere a buscar”.

Motivan estas palabras la situación del agua que habitualmente se consume en Lincoln, de varias maneras por cierto. A la distancia sólo pueden consumirse las noticias que genera, y que, no por estar conformadas por inofensivos párrafos en su mayoría, dejan de estar menos contaminadas que el agua en sí.

El agua apareció como objeto de debate en los medios durante bastante tiempo, pero poco pareció aparecer como objeto de estudio. Sin embargo, esta semana, luego de repetidos reclamos por parte de una agrupación de vecinos autoconvocados, cuyas motivaciones particulares pueden variar en forma significativa pero no el tema que los convoca a todos ellos, la empresa ABSA ha publicado en la red el análisis del agua que provee en la ciudad de Lincoln.

Cabe destacar que los reclamos mencionados comenzaron tiempo antes a las elecciones legislativas de 2005, y ya por entonces se dudaba del verdadero interés que perseguían los vecinos. Especial era la opinión del señor intendente de la ciudad al respecto.
La trama no finalizó con aquellos comicios y, en el más reciente día mundial del agua, mientras medios de comunicación nacionales e internacionales informaban de la población en el mundo que no tiene acceso a agua potable, en Lincoln los vecinos autoconvocados sostenían frente a la sede de ABSA que pagaban por un agua no apta para consumo humano y amenazaron con el no pago del servicio.
Antes de esto y aún la empresa sostiene la calidad del agua distribuida y su condición de potabilidad, “de acuerdo a los estándares que fija la reglamentación vigente", y difundió los análisis recientes solicitados, aunque no sin antes desestimar el poder de convocatoria de la agrupación de vecinos.

El estudio en cuestión se realizó sobre muestras extraídas el día 8 de Marzo de la red de la empresa y arroja por resultado 0.05mg/l de arsénico y 48mg/l de nitratos, con los que “estamos dentro de los parámetros deseados” según el vocero de ABSA Luis Mansur.

Habrá que informarse entonces respecto de qué son los parámetros deseados. Según la planilla proveída por la empresa, los “valores a alcanzar” son 0.05mg/l para arsénico y 50mg/l para nitratos. En efecto, los análisis alcanzan esos valores. Perfecto.

Sin embargo se trata de un análisis con firma del jefe de laboratorios de ABSA sobre agua que provee ABSA, lo cual puede resultar en resultados tendenciosos o, al menos, despertar sospechas en quien los lee, lo que no es nada nuevo para la historia.

Habrá que informarse entonces respecto de cuál es la reglamentación vigente. Y aquí se hallan las primeras diferencias.

Primeramente, el Código Alimentario Argentino, el cual trata las disposiciones higiénico-sanitarias y bromatológicas para, entre otros productos, el agua potable de suministro público (Capítulo 12 del mismo), establece “valores máximos” y no habla de “valores a alcanzar” como lo hace la planilla expedida por ABSA.
Pero además no fija los mismos valores. El arsénico máximo establecido es de 0.05mg/l, y el de nitratos es de 45mg/l.

¿Entonces?

No sólo hay un pequeño excedente en los nitratos (3mg/l), sino que además el nivel de arsénico se halla en el máximo esperado. Y esto es para una única medición, y realizada por la empresa. Vale la expresión: si miente, miente mal[1].

Si no queda otra, habrá que informarse entonces respecto de las consecuencias por consumo de nitratos. En eso estoy.

Mientras tanto que suene el flaco...


Canta,
bajo la lluvia,
alguien, alguien sin nadie,
te oye...
llorar de noche,
cuando de tu alma sangras,
ya no me mires así,
¿y para qué vivir,
si ya no tienes fe en tu hermano,
al que no amas ya?
¡Ya no me digas que se siente!
si no se cambia hoy,
no se cambia más...
y tus hijos sabrán,
que vendíste tu amor...
que vendíste tu amor...

Juega,
juega que el tiempo huye...
y cambiame por una mosca...
vierte, vierte tu lágrima,
sobre la absurda suerte,
ya no me mires así,
si no se cambia hoy,
no se cambia más...
y tus hijos sabrán,
que vendíste tu amor...
que vendíste tu amor...
¡Ya no me digas que se siente...!
al atravesar,
la eternidad...
sin una gestión,
desde tu corazón...

Tu sombra da,
contra el muro,
al que quiebras,
en múltiples ecos...
y acércate,
y ahuyentarás...
el desastre de mi alma,
que sueña...

Bebe,
bebe, desde el columpio...
el agua de la miseria...
y saca,saca de los que sufren...
y quema la cruz,
tan ciego,
solo eres esclavo del poder...
¿y para qué vivir,
si ya no tienes fe,
en tu hermano,
al que no amas ya?
¡Ya no me digas que se siente...!
al atravesar,
la eternidad...
sin una gestión,
desde tu corazón...
si no se cambia ya,
tus hijos dirán...
que vendíste tu amor...
¡Ya no me digas que se siente...!
en la eternidad...
sin una gestión,
desde tu corazón...
¡Ya no me digas que se siente... !
si ya no tienes fe,
en tu hermano...
al que no amas ya...
¿pero qué es lo que te pasa, nene?

Agua de la miseria
Luis A. Spinetta


[1] La expresión utiliza una condición necesaria para mentir mal.
Puede ver la planilla publicada por lincolnonline aquí, o su detalle.

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